Casos Anómalos (Youtube)

El día de difuntos.

Te despiertas con esa extraña sensación de haber olvidado algo. Quizás tu mujer sepa de que se trata. Echas un vistazo por la casa, pero no la encuentras. Supones, que ya se ha ido a trabajar. A veces ella, empieza un par de horas antes que tú. Compruebas la fecha en tu teléfono: 31 de Octubre de 2021. Quizás sea eso. Aunque no eres practicante, cada año, en el día de difuntos, pasas por el cementerio para dejar un ramo de flores a tus padres. Como muchas personas, aprovechas ese día, para limpiar un poco sus lapidas y comprobar que no haya sufrido ningún desperfecto.

No son ni las 08:00 cuando sales de casa. El cielo esta cubierto de densas nubes grises, pero no hace frío, así que decides ir andando. En ningún momento, esa sensación te deja en paz. ¿Qué se me olvida? Te preguntas. Repasas tus notas, tus ultimas llamadas, pero nada. Caminas mirando hacia el suelo, tan encerrado en tus pensamientos, que casi te atropella un coche, cruzando la calle principal. Pasa a solo un par de centímetros de ti a cierta velocidad. Te giras sobresaltado, pero el conductor ni siquiera se detiene. Al fin y al cabo, eres tu el que está cometiendo una imprudencia. Las personas que están al otro lado de la calle, también te miran con indiferencia. La gran ciudad, ya sabéis. Levantas la cabeza, e intentas centrarte.

Cuando llegas, la entrada del cementerio abarrotada. Cientos de personas, que se disponen a realizar el mismo ritual que tú. Una docena de puestos de flores hacen que al menos por un día, el siempre triste camposanto, luzca vivos colores. Te acercas a uno de ellos y coges un precioso ramo. La mujer, no da abasto atendiendo a los clientes, así que simplemente dejas el dinero encima de la mesa y te vas. Entre la multitud saludas a uno de tus vecinos, pero está demasiado lejos para verte. Entras como en una procesión un poco agobiado y con un incesante murmullo ensordecedor. Recorres varios pasillos de nichos y fastuosos panteones. Giras a la derecha y al fondo, ves las lápidas. Tus lo quisieron así. En el suelo. Pero te sorprende ver allí a tu mujer. Está cambiando las flores. Llora de forma contenida, pero sientes su dolor. Te acercas a ella, confundido. Son tus padres al fin y al cabo, y no los de ella. No dices nada. Simplemente levantas la vista y el mundo se detiene cuando justo a la derecha de las tumbas de tus padres, lees tu nombre en una reluciente lápida. Aterrado, conteniendo la respiración, ves la fecha: 31 de octubre de 2020. Terribles imágenes vuelven a tu mente, como una bandada de cuervos. Luces, dolor, sangre…muerte. Aquella extraña sensación…, desaparece.

Ahora…, recuerdas lo que se te había olvidado.

Dejar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *